Técnicas para realizar una lectura rápida que resulte compresiva y efectiva

Lectura rápida

Faltan siete días para un examen importante pero el tiempo se te ha echado encima y aún te falta mucha materia por leer. Quieres devorarla tan rápido que eres consciente que no te enteras de nada de lo que lees… te suena, ¿verdad?

Pues si es así, no dejes de leer este post en el que te contamos cómo llevar a cabo una lectura rápida sin que esta pierda capacidad comprensiva y efectividad. Sin duda, dominar la técnica para realizar este tipo de lecturas te resultará de gran utilidad cuando dispongas de poco tiempo para estudiar o repasar tu temario.

Una persona lee unas 250 palabras por minuto. Pero como estudiante, seguro que has notado que este ritmo a veces no es suficiente, especialmente cuando estás en plenos exámenes y son muchos los apuntes y libros que tienes que devorar. En estos casos, saber realizar una lectura rápida eficiente te resultará de gran ayuda ya que puedes conseguir que tu velocidad lectora se incremente hasta las 500 palabras por minutos, y lo más importante, sin sacrificar su comprensión y entendimiento.

Técnicas para conseguir una lectura rápida efectiva

Para leer con más rapidez sin perder el sentido de lo que se está leyendo existen diferentes técnicas, aunque para poder ponerlas en práctica resulta fundamental conseguir previamente un buen nivel de concentración.

Ahora bien, a partir de aquí, todo es cuestión de práctica y técnica. Y como no podía ser de otra manera, de combinar a la perfección los elementos físicos que intervienen (ojos) con los elementos mentales (cerebro).

A continuación te exponemos una serie de técnicas que resultan de gran ayuda si quieres hacer una lectura rápida que te cunda. No se trata de leer más rápido sino de leer mejor, concentrado y con la ayuda de estos trucos:

1.- Técnica del subrayado:

Si utilizas un lápiz para marcar la línea por la que vas leyendo, evitarás saltos de línea que te hagan perder el sentido de lo que lees. Y si además de usar el lápiz para marcar la línea, lo utilizas para subrayar aquellas palabras más importantes, conseguirás no despistarte, estar más concentrado y leer con más rapidez.

Tu mente encuentra esta actividad como un reto: “debo encontrar la palabra importante de la idea, no se me puede escapar para subrayarla”. Y esta es una buena táctica para mantener la atención a tope.

2.- Técnica del zigzag:

Esta técnica de lectura rápida resulta muy eficaz cuando se hacen repasos de materias ya estudiadas, no es tan recomendable para una primera lectura.

Al mover ojos y dedo en zigzag, buscarás sin darte cuenta aquellos términos que te hagan recordar lo que has estudiado, o al menos, los conceptos más importantes. Si además están subrayados, será más fácil de sacarle partido a esta lectura.

3.- Técnica de las palabras claves:

También denominada lectura en diagonal, consiste en sobrevolar un texto buscando aquellas palabras más importantes. No deja de ser una variación de la técnica del zigzag solo que, en esta ocasión, se salta de párrafo en párrafo buscando la palabra clave que te permita obtener datos relevantes en poco tiempo.

 

Este tipo de lecturas tienen numerosos beneficios, comenzando porque te ayudan a ahorrar un tiempo que suele escasear, especialmente en los repasos previos a los exámenes. Además, si estás estudiando algún ciclo formativo con muchas materias, este tipo de lectura rápida te ayudará a memorizar ideas y conceptos de manera más eficaz, o bien, a asentar los que ya tengas interiorizados.

También resulta muy útil para informarse de lo que ocurre en el mundo en estos tiempos de sobreinformación o para comprobar documentos oficiales. Es la única manera de poder consumir toda la información escrita a la que ahora tenemos acceso desde nuestros dispositivos.