La semana pasada, nuestros maestros crearon una experiencia práctica increíble para nuestros estudiantes. Esta fue una experiencia inmersiva e interactiva para preescolar y jardín de infantes para concluir la unidad de estudio sobre trabajadores comunitarios. Durante toda la mañana, nuestros estudiantes fingieron comprar comestibles, apagar el fuego, comer en un restaurante italiano, enviar una carta a Santa, comprar un delicioso helado en la heladería, disfrutar de deliciosos productos horneados en la panadería, ayudar a un amigo herido en el hospital, tomar huellas dactilares en la estación de policía y jugar con mascotas en la tienda de mascotas.
A lo largo de esta unidad, los niños aprendieron sobre los trabajos en su ciudad y sobre los trabajadores que los ayudan todos los días. Descubrieron por qué la gente tiene trabajo y cómo los trabajos impactan sus vidas, familias y comunidades. Reconocieron la relación entre trabajo y dinero y pudieron etiquetar bienes y servicios.
Creemos que el juego dramático es una parte importante del aprendizaje de los niños de este grupo de edad. Los niños aceptan diferentes roles y los representan. Es una actividad que les permite cruzar la línea de la realidad y pretender ser alguien diferente a ellos mismos. Este tipo de juego es una parte integral del proceso de aprendizaje del desarrollo. El juego dramático mejora el desarrollo infantil en cuatro áreas:
Lenguaje: los niños aprenden a utilizar el lenguaje para explicarles a sus amigos lo que están haciendo. Aprenden a hacer y responder preguntas y su vocabulario crece a medida que comienzan a usar las palabras de manera adecuada para adaptarse al papel que están desempeñando.
Cognitivo: cuando los niños juegan en este tipo de juegos, usan habilidades matemáticas, habilidades de alfabetización, también aprenden cómo compartir ideas y resolver problemas juntos y recrean experiencias pasadas, que es una forma de pensamiento abstracto.
Físico: los niños desarrollan habilidades motoras finas y gruesas cuando fingen ser bomberos o policías que corren detrás de los malos, por ejemplo. También practican la coordinación ojo-mano y la discriminación visual cada vez que limpian la estación para pasar a una nueva.
