Es seguramente uno de los tipos de examen más odiados por los estudiantes por todo lo que conlleva. Pero no te preocupes. Nada es imposible. Hoy, vamos a ofrecerte una serie de consejos para manejar los nervios en un examen oral que te permitan afrontar esta prueba con las mayores garantías posibles. ¡Comenzamos!
Presentarse a cualquier test es complicado. No es tan fácil como estudiar y ya. Requiere de la implementación de diversas técnicas de estudio, memorización y preparación. Uno de los primeros pasos es llevar a cabo resúmenes efectivos de tus asignaturas. Aquí te explicamos cómo hacerlo.
Pero tras el estudio, hay otros parámetros que debemos controlar, como el descanso, dormir bien, implementar calendarios de estudio adecuados, la alimentación o el control de los nervios y el tiempo durante el propio examen. Cuando encima no es escrito, sino hablado, todo se complica.
Manejar los nervios en un examen oral es innegociable
Enfrentarse a un examen oral puede ser una experiencia estresante. Muy estresante. ero con las estrategias adecuadas, es posible controlar los nervios y desempeñarnos de manera efectiva. Aquí tienes algunos consejos para manejar los nervios en un examen oral:
- Preparación adecuada.
Esto no deberíamos ni decirlo, pero asegúrate de conocer bien el contenido que será evaluado. Cuanto mejor preparado estés, más confianza tendrás durante el examen. Revisa tus apuntes, libros de texto y cualquier otro material de estudio relevante. Además, practica hablar sobre el tema en voz alta. Puedes hacerlo frente a un espejo, con amigos, familiares o grabarte para revisar tu desempeño. Simular el examen en condiciones similares a las reales te ayudará a sentirte más cómodo.
Prepara una estructura básica para tus respuestas. Esto te ayudará a organizar tus ideas y a responder de manera coherente y fluida. Por ejemplo, comienza con una introducción, desarrolla los puntos clave y concluye con una breve recapitulación. - Técnicas de relajación.
Una de las fórmulas más efectivas para manejar los nervios en un examen oral. Practica técnicas de respiración profunda antes y durante el examen para calmarte. Inhala lentamente por la nariz, mantén el aire unos segundos y exhala despacio por la boca. Realiza también ejercicios de relajación muscular progresiva para aliviar la tensión física. Tensa y relaja cada grupo muscular, comenzando por los pies y avanzando hacia la cabeza.
¿Sabes una estrategía que siempre o casi siempre funciona? ¡Ser positivos! Imagina escenarios positivos. Visualízate realizando el examen con confianza y serenidad. Este tipo de pensamiento positivo puede ayudarte a reducir la ansiedad. - Durante el examen.
Presta atención a las preguntas del examinador. Asegúrate de entender completamente la pregunta antes de responder. Si no entiendes algo, no dudes en pedir que te lo repitan o aclaren. No te apresures en responder. Tómate un momento para pensar antes de comenzar a hablar. Un breve silencio para organizar tus ideas es mejor que apresurarte y dar una respuesta incoherente. Del mismo modo, mantén un buen contacto visual, una postura erguida y usa gestos naturales. Una comunicación no verbal positiva puede transmitir seguridad y confianza. - Gestión del estrés.
¿Sabes una cosa? Vas a estar nervioso. Ese no es el problema, sino que esa situación te supere. Es preciso llevar a cabo una aceptación del nerviosismo. Reconoce que estar nervioso es normal y que un poco de nerviosismo puede mejorar tu rendimiento. No te castigues por sentirte ansioso. En lugar de eso, acepta la ansiedad y enfócate en manejarla.
Usa afirmaciones positivas para reforzar tu confianza. Repite frases como «estoy bien preparado» o «puedo manejar esto» para combatir pensamientos negativos.
Como puedes comprobar, manejar los nervios en un examen oral es posible con la preparación adecuada, el uso de técnicas de relajación y una actitud positiva. Al conocer bien el material, practicar regularmente, usar estrategias para calmarte y mantener una comunicación efectiva, puedes reducir significativamente la ansiedad y mejorar tu desempeño.
