Gestionar los nervios en un examen: ¡Que no te jueguen una mala pasada!

Gestionar los nervios en un examen

Sé sincero. ¿Cuántas veces te ha ocurrido que un examen bien preparado se te ha complicado por culpa de caer en el nerviosismo? Gestionar los nervios en un examen es crucial para cualquier estudiante y también forma parte de la preparación del mismo. Hoy, vamos a tratar de ver las fórmulas que tenemos a nuestra disposición para evitar estas situaciones. 

La preparación de cualquier prueba, examen u oposición comprende muchas cosas. Si solo fuera el estudio, todo sería mucho sencillo, ¿no crees? Pero lo cierto es que hay que vigilar aspectos como el descanso, el sueño o la alimentación. Sí, sí. Lo que comemos también puede ayudarnos en el estudio. Aquí te dejamos un post sobre alimentos que favorecen la memoria y la concentración. ¡Te lo recomendamos!

Los nervios antes y durante un examen son una experiencia común para muchos estudiantes. El estrés y la ansiedad pueden afectar el rendimiento, la concentración y la memoria, lo que hace que gestionar estas emociones sea esencial para el éxito académico. En ocasiones, estudiantes que controlan bien estas situaciones consiguen mejores puntuaciones que otros que han preparado la materia mejor.  

¿Qué hay que saber para gestionar los nervios en un examen?

Tranquilidad. Afortunadamente, existen varias estrategias que pueden ayudar a mantener la calma y mejorar el rendimiento durante un examen. Por suerte también podemos aprender a gestionar los nervios en un examen

  • Preparación adecuada.
    La preparación es la clave para reducir la ansiedad relacionada con los exámenes. Estudiar de manera constante y con anticipación permite que la información se asiente de manera más efectiva en la memoria a largo plazo. Utilizar técnicas de estudio activas, como hacer resúmenes, crear mapas conceptuales o explicar el material a otra persona, puede mejorar la comprensión y retención de la información. Además, practicar con exámenes anteriores o simulaciones de examen puede familiarizar al estudiante con el formato y tipo de preguntas que se enfrentarán, reduciendo así la incertidumbre y el nerviosismo.
  • Técnicas de relajación.
    Antes del examen, es útil practicar técnicas de relajación para calmar el cuerpo y la mente. La respiración profunda es una técnica simple pero efectiva: inhalar lentamente por la nariz, sostener la respiración durante unos segundos y luego exhalar lentamente por la boca. Repetir este proceso varias veces puede ayudar a reducir la tensión y la ansiedad.
  • Mantener una mentalidad positiva.
    A la hora de  gestionar los nervios en un examen, el hecho de adoptar una mentalidad positiva puede marcar una gran diferencia en cómo se afronta un examen. En lugar de enfocarse en las posibles dificultades o en el miedo al fracaso, es útil centrarse en los propios logros y en la preparación realizada. Visualizar el éxito y recordar momentos en los que se ha superado con éxito situaciones similares puede aumentar la confianza. También es importante evitar compararse con otros estudiantes y recordar que cada persona tiene su propio ritmo de aprendizaje.
  • Durante el examen.
    Durante el examen, es crucial mantener la calma y gestionar bien el tiempo. Si se siente ansiedad, tomar un momento para respirar profundamente y reorganizar los pensamientos puede ser útil. Leer todas las instrucciones y preguntas cuidadosamente antes de comenzar a responder es fundamental para evitar errores por descuido. Si una pregunta parece especialmente difícil, es mejor pasar a la siguiente y volver a ella más tarde, para no perder tiempo y mantener la confianza en el proceso.

Como puedes ver,  gestionar los nervios en un examen es posible con la combinación de una buena preparación, técnicas de relajación y una mentalidad positiva

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