Cuando hablamos de acudir al psicólogo, desgraciadamente, todavía nos encontramos con muchas personas que no paran de ponerse barreras para tratar de evitarlo, haciendo algo que lo único que logra es que se sigan sintiendo mal y sin encontrar una solución para seguir disfrutando de la vida como antes. A muchos les preocupa el qué dirán y el hecho de que les vean como seres débiles, los cuales no encuentran la manera de salir de una mala situación por sí mismos. Nada más lejos de la realidad. Ir al psicólogo es normal e, incluso, beneficioso sin estar en una mala temporada. Merece la pena que lo sepas. Ahora, si tienes dudas, aquí tienes algunas pistas para que sepas cuándo debes buscar ayuda profesional.
¡No lo pienses más y decide acudir al psicólogo!
- Estrés: ¿Qué ritmo de vida llevas? ¿Te cuesta hacer todo lo que te toca a nivel de trabajo o familiar? Si te sientes superado y completamente nervioso, es posible que estés padeciendo estrés. No es algo grave, pero hay que tratarlo antes de que sea demasiado tarde y desemboque en otras patologías más serias y que pueden ser más difíciles de tratar. Si te sientes de esta manera y comienzas a tener problemas para concentrarte o para encontrar el sueño por la noche, ha llegado la hora de acudir al psicólogo. Será quien te dé todas las herramientas necesarias para que vuelvas a sentirte bien. Vas a alucinar con la mejoría que se puede experimentar, cuando se actúa a tiempo. De todas maneras, mientras terminas de pedir tu cita para empezar a encontrarte en plenitud de condiciones, hay algunas técnicas de respiración y relajación que también te pueden ayudar. Encuentra algún momento en casa para estar contigo mismo, cerrar los ojos y respirar de manera relajada. Lo vas a notar.
- Ansiedad: Es muy preocupante y otro motivo para acudir al psicólogo. Estamos hablando de un paso más que el estrés. Los síntomas se acentúan de una forma en la que te sientes mucho peor. Digamos que te encuentras todo el día con mucho nerviosismo, pero, además, con muchos pensamientos negativos y de preocupación constante que no te hacen ningún favor. Una de las formas en las que se manifiesta la ansiedad de manera grave es la gran dificultad para respirar con normalidad. Es probable que sientas que el pecho está oprimido y que el aire no te llega. Si te encuentras en un punto en el que te dan estos ataques con frecuencia, trastocando tu vida de una manera sensible, vete a buscar ayuda al especialista.
- Gran tristeza: No queremos hablar de depresión, ya que hace falta un diagnóstico de un profesional para determinarlo, pero podemos estar en la antesala de una. Si ahora mismo no te apetece hacer nada en tu vida diaria, ni siquiera quedar con aquellas personas importantes para ti, como son los amigos, los familiares o tu pareja, quizá estés pasando por una depresión. Estar siempre triste y deseando quedar aislado de todo es uno de los síntomas más recurrentes. No dejes que todo avance, cuando puedes encontrar solución antes de lo que piensas. Los pensamientos negativos te pueden llevar por muy mal camino. Seguro que el psicólogo te da los medios que te hacen falta. Ya solo queda tu fuerza de voluntad.
- Comportamientos obsesivos – compulsivos: Este tipo de conductas que repites de manera continúa pueden venir de cualquier otro aspecto que un psicólogo te ayudará a determinar. Digamos que sufrir un TOC, en función de la intensidad del mismo, te hace tener comportamientos que son irremediables para ti, pero que dificultan tu vida y ponen en jaque tu salud mental. Hay que tratar de minimizarlos, saber gestionarlos o eliminarlos. Seguro que agradeces salirte de esa rutina en la que todo tiene que ir a tu manera.
Dicho esto, también puedes ir al psicólogo con otro tipo de problemas. Pueden ser diferentes fobias, problemas de pareja, adicciones, abusos sufridos o trastornos en la alimentación. Echa un vistazo a angelagual.com y descubre todo en lo que te pueden ayudar. Estás muy cerca de volver a sentirte como nunca.